Colegio Secundario Pte. Hipólito Yrigoyen
MATERIAS
INTEGRADAS:
5º AÑO
EXPLICACIÓN DE ESTE
TRABAJO:
Deberás realizar las actividades de aquellas
materias que se detallan a continuación y que correspondan a tu orientación (sea
cs. sociales o cs. naturales). La entrega es por materia en su respectiva
carpeta o puedes enviarla por correo, dirigida a tu profe de tu curso.
ACTIVIDAD 1/ SEMANA 3
Se trabajará un mismo tema en común:
·
Deberás
leer el siguiente art. Periodístico:
·
LINK
PARA REALIZAR EL TRABAJO:
--------------------------------------
materia: EDUCACIÓN FÍSICA ( ambas modalidades)
1.
Busque información sobre los siguientes
temas
·
Actividades
físicas en casa
·
Valores.
2. ¿Cuáles son los
problemas actuales que sufre nuestro país referidos a dichos temas?
3. ¿Qué solución puedes
encontrar y darías para dichos problemas?
4. Desde el punto de
vista de las actividades físicas en casa, deberás realizar una rutina diaria
utilizando materiales domésticos, de duración de 20 a 30 minutos. Escribir
sobre el desarrollo y resultado.
MATERIA: PSICOLOGÍA
5º año
( ambas modalidades)
Tema: Problemas-Psicosociales
A C T I V I D A D :
1- Entrar en
el link y leer el articulo.
2- Armar un
glosario con términos desconocidos.
3- ¿Con que
parte del texto te sentís identificado? ¿Por qué? Fundamentar.
4- Redactar
en dos párrafos ¿qué es la ansiedad?
( recuerda enviar tu actividad por correo cuando
termines. )
MATERIA: TALLER LENGUAJES ARTÍSTICOS
Cursos y divisiones: 5° 4° y 5° 5°
Profesoras: Marisa Almirón y Silvia Piris
Contenidos: Concepto de arte, concepto de obra de arte y sus
características, concepto de artista.
Actividades:
Reflexión sobre el coronavirus
I.
A partir de la lectura del
texto de la Fundación Fide, reflexionar sobre los aspectos que te parezcan más
relevantes, ya sean desde la salud biológica o psicológica, individual o social.
II. Selecciona y pega en una hoja tamaño A4 diversas imágenes fotográficas (entre
5 y 8), en donde se reflejen diferentes aspectos sociales a los que afecta ésta
enfermedad.
III. Escribe una frase o pensamiento que sirva para concientizar en relación
con la enfermedad del coronavirus.
IV. Realiza una imagen en donde se integre la frase y un dibujo, que deberán
cumplir las siguientes condiciones:
§ Deben ser creativos (propuestas originales)
§ Deben ser producidos por la imaginación de cada alumno, no copias.
§ Se debe ocupar la totalidad, o casi, del espacio compositivo de la hoja.
§ La frase no debe ser muy larga y no necesariamente debe encabezar el
afiche/ imagen . (podrá integrarse a los
lados, debajo de la imagen, o incluso a través de la imagen).
§ Se debe comprender por los observadores sin que quede dudas de que se
trata de la toma de conciencia sobre la enfermedad del coronavirus.
Formato y soporte: hoja tamaño liceo o cartulina de ésas dimensiones.( si no cuentas con alguno de esos elementos puedes
hacerlo en hoja A4 u oficio)
Materiales: lápiz negro blando N° 4 y/o N°6, lápices de colores, marcadores y
resaltadores.
Materia: Física
5to AÑO (ambas modalidades)
Profesora: ROMINA GILABERT- STELLA STOIKOFF-ROLANDO PEREZ CORONEL.
Trabajo practico
Objetivos:
·
Integrar actividades relacionadas a la actualidad y la escuela.
Criterios:
·
Capacidad para la comprensión lectora.
·
Uso apropiado del vocabulario técnico científico.
Actividad
Luego de la lectura del texto, responder:
1)
Nombrar
los síntomas somáticos que nos presenta el texto e indicar cuáles palabras
podrían utilizarse como magnitudes físicas.
2)
Desde
el punto de vista de la física; ¿Con qué actividades cotidianas se pueden bajar
la ansiedad y la incertidumbre de la pandemia?
Una magnitud física es una
cantidad medible de
un sistema físico,
es decir, a la que se le pueden asignar distintos valores como
resultado de una medición o una relación de medidas.
Las magnitudes físicas se miden usando un patrón que tenga bien
definida esa magnitud, y tomando como unidad la cantidad de esa propiedad que
posea el objeto patrón. Por ejemplo, se considera que el patrón principal de
longitud es el metro en el Sistema
Internacional de Unidades.
Anexo
Texto de lectura:
Cuatro
especialistas explican qué pasa con los miedos y la ansiedad que provoca el
virus y el encierro
El impacto del
coronavirus en la salud mental
Psiquiatras y psicoanalistas analizan hasta dónde es
esperable que las personas estén preocupadas y cuándo se convierte en
problemático. Angustias, TOC, hipocondría.
Por Oscar Ranzani
Estos tiempos que está viviendo la humanidad producen la
modificación abrupta de las rutinas que las personas suelen tener. De pronto,
el coronavirus está presente en todos los aspectos de las actividades de los
seres humanos: si leen noticias, si ven la televisión, si charlan o chatean con
familiares y amigos, si van a hacer las compras... Pero también lo está en las
actividades que realizan en la cuarentena obligatoria: muchos debieron aprender
medidas imprescindibles de la noche a la mañana y aspectos de una situación
inédita. Tras esas modificaciones profundas que está experimentando la
población mundial habrá seguramente conclusiones determinantes cuando la
pandemia termine. Pero en el mientras tanto, las personas deben seguir con sus
vidas y el estado anímico es fundamental para poder hacerles frente a esos
cambios que la sociedad está experimentando. En ese sentido, para conocer qué
está pasando en relación con los padecimientos mentales que podrían exacerbar o
no conductas o sensaciones como producto de la diseminación del virus y del
aislamiento social, PáginaI12 consultó a cuatro prestigiosos médicos
psiquiatras (también psicoanalistas): el presidente de la Asociación de
Psiquiatras Argentinos (APSA), Santiago Levín, y otros tres miembros de la institución,
María de los Angeles López Geist, León Daniel Matusevich y Liliana Mato.
--¿Los pacientes que sufren de ansiedad son más
vulnerables a un exceso de noticias relacionadas con el coronavirus?
Santiago Levín: --Es importante aclarar que la ansiedad
es una respuesta normal frente a determinadas situaciones como la que estamos
atravesando en estos momentos de crisis sanitaria. En este contexto, no sentir
ni expresar ninguna forma de ansiedad sería llamativo y problemático. Un cierto
grado de ansiedad, con picos intensos, puede ser considerado normal, esperable
y hasta adaptativo en los días que nos tocan vivir. Dicho esto, puedo responder
a la pregunta específica. Sí. Las personas que sufren algún trastorno de
ansiedad (es decir, un cuadro caracterizado por episodios de ansiedad que
superan lo esperable como respuesta normal) son más vulnerables en estos
contextos, que son ansiogénicos de por sí. Por eso es importante, en todos los
casos, no discontinuar los tratamientos psicoterapéuticos y psicofarmacológicos
ya instaurados (que pueden seguir por medios virtuales), moderar el consumo de
información en las redes sociales y los noticieros, escoger cuidadosamente las
fuentes de información, no abandonar en lo posible las rutinas habituales, y
mantenerse comunicados con los seres queridos. Esta situación es transitoria:
tuvo un inicio y tendrá un final.
María de los Angeles López Geist: --Las personas que
sufren de ansiedad se enfrentan ahora con una situación muy ansiógena de por
sí, y es muy distinto el efecto en aquellos que pueden mantenerse con su
familia todo el tiempo a su lado, que el efecto en quienes viven solos, son
mayores y no manejan la tecnología. El aislamiento sanitario requiere diseñar
la sociabilidad de modos virtuales para que no ocurra un aislamiento social. El
exceso de noticias tiene un efecto ansiógeno no solo en los usuarios de salud
mental sino en toda la población, especialmente si la información es altamente
sensible y contradictoria o si está cargada de opiniones poco acreditadas. No todos
pueden identificar las fuentes confiables o verificar lo que dicen los medios.
Los medios tienen una responsabilidad social mayúscula en estos momentos. Los
que estén mejor formados en la cobertura de desastres tendrán mayor capacidad
para acompañar a la población y brindar el servicio que se necesita. La
construcción de la noticia requiere ahora una mirada que incluya aquella
información que le permita a la población confiar en las medidas que se nos
pide, fomentar la confianza en que es posible cuidarnos entre todos. Pero
tenemos otro problema que genera más ansiedad aún: son los posteos de Whatsapp
y otras redes que la población toma ingenuamente como noticia válida y no lo
son. Urge enseñar a distinguir las fake news y descartar la información sin autor,
sin fuente y sin editor responsable. Las personas vulnerables suelen quedar más
prisioneras de estas viralizaciones apócrifas. Es recomendable dosificar la
relación con los medios, especialmente cuidar a los niños de los noticieros.
--Se dice que es normal tener miedo frente a esta
situación. ¿Cuándo el miedo se transforma en pánico?
León Daniel Matusevich: --Existe un miedo lógico y
normal, motorizado y motivado por la situación que estamos atravesando,
absolutamente inédita para muchos de nosotros y en la cual la incertidumbre
juega un rol fundamental. Dicho miedo puede contribuir a conductas positivas,
como ser el cuidado personal, familiar y social. Existe un miedo patológico,
que no es el de la mayoría de las personas, que dejado librado a su propia
evolución lleva a la parálisis, a la desorganización y al pánico. Por eso es
fundamental lo que decíamos antes, los modos y las maneras de comunicar, una
cierta supervisión de los contenidos que constituyen las informaciones, ya que
muchas veces el consumo excesivo de noticias o la mala información puede
disparar crisis de resultados imprevisibles, que afecten no solo a aquellos que
las padecen sino a la sociedad toda. Debe ser muy clara y contundente la oferta
del Estado en materia de espacios de telemedicina abocados a acompañar y
contener a aquellas personas con episodios de ansiedad extrema y/o pánico.
Liliana Mato: --En estos momentos es absolutamente normal
sentir miedo, tristeza, enojo, rabia, angustia, impotencia y es fundamental
poder conversar y compartir esas emociones, poder nombrarlas. Tenemos que
confiar en el poder pacificador de la palabra. Por eso decimos que es de vital
importancia fomentar el lazo social, estar vinculados a otros desde nuestras
casas y sobre todo ayuda el ayudar a otros, armar redes solidarias donde cada
uno pueda encontrar un lugar “para compartir con otros”. El pánico aparece
cuando la angustia deviene desbordante y queda bloqueada toda capacidad de
expresarla, ya sea a través de palabras, u otros recursos expresivos, puede ser
la música, la escritura u otras. La angustia en este caso no encuentra borde
que la contenga, y tiene así cierto efecto despersonalizante. Quien atraviesa
un estado así, lo refiere como una sensación corporal difícil de describir, que
duele, que los deja sin palabras, podemos decir, sin recursos simbólicos: una
invasión avasallante que jaquea los límites del yo, la vivencia de unidad
corporal y el sentimiento de sí. Se presentan diversos síntomas somáticos:
palpitaciones, golpeteo del corazón o aceleración de la frecuencia cardíaca,
temblor, dificultad para respirar, dolores en el tórax o abdomen, la sensación
de volverse locos y otros más. Problemáticas clínicas de algún modo insinuadas
en el modelo de las “neurosis actuales” (Freud 1916/17), cuando las describe en
relación a cierto exceso de excitación, que no se expresa a través de síntomas
psiconeuróticos sino como manifestaciones tales como fatiga física, cefaleas,
dispepsia, constipación, insomnio, irritabilidad, desasosiego. Freud la describe
como angustia desligada, sin sustitución representativa; es decir, sin
mediación simbólica. En estos casos lo fundamental es ayudar a tramitar esas
emociones, diríamos a ponerle palabras, a poder nombrarlas. Poder identificar
qué es lo que a cada uno le da más miedo, más preocupación.
--¿Qué es lo que genera más ansiedad?
L.M.: --En estos últimos días, lo que aparece con más
insistencia es el tema de la cuarentena. ¿Hasta cuándo? ¿Cuánto tiempo? ¿Qué
vamos a hacer? Ayuda recordar una y otra vez que estamos transitando una etapa,
que va a pasar, que esto es transitorio. Pensar que no estamos “encerrados”,
estamos “protegidos”; no es que no podemos hacer nada, podemos hacer muchas
otras cosas y de maneras diferentes. Otra vez el poder de las palabras: como se
nombran los hechos se viven y se sienten diferentes. Cada uno de nosotros tiene
recursos internos que seguramente desconoce, ya que vivimos en una cultura
consumista que nos ha enseñado a calmarnos con objetos externos, que se
usufructúan, se compran y supuestamente dan felicidad. Se privilegia la
inmediatez, lo rápido, domina la preocupación en eliminar todo conflicto a la
brevedad. Lacan, en su referencia al Discurso capitalista, hace alusión al
mandato del superyó a gozar, en sintonía con el imperativo de la época a ser
cada vez más feliz, a tener más y mejor, todo más. El mercado ofrece objetos
como puntos de fijación de goce que conducen al desborde y al exceso. La
cuarentena nos impone una pausa, nos exige desarrollar paciencia, capacidad de
espera. Puede ser una oportunidad para conectarnos con nuestros objetos
internos: nuestras fantasías, fantasmas, recuerdos, deseos. En el texto “La
capacidad para estar a solas”, Winnicott la define a ésta, como “uno de los
signos más importantes de madurez dentro del desarrollo emocional”. El
psicoanalista inglés sostiene que el desarrollo de esta capacidad permite estar
con uno mismo y desarrollar la autonomía y la creatividad que surge del mundo
interior. ¡Seguramente, de la cuarentena también podemos aprender!
--¿Aquellos que tienen trastorno obsesivo-compulsivo se
ven también en estos tiempos más perjudicados que de costumbre?
S.L.: --El TOC es un trastorno complejo, que tiene
diversas formas de presentación, en el que la ansiedad juega un rol
preponderante. No es desatinado pensar que un cuadro de TOC en el que
predominen, por ejemplo, las obsesiones de contaminación, pueda verse empeorado
con la catarata de información alarmante que recibimos sin cesar de los medios
de comunicación. Pero en salud mental no conviene hacer generalizaciones, como
creer que todas las personas que padecen un TOC van a sufrir empeoramientos
durante la pandemia. Algunos lo harán, otros no. Es muy importante insistir con
la continuidad de los tratamientos instaurados durante el período de
aislamiento sanitario. No abandonar tratamientos, y mantenerse en contacto
permanente con el o los profesionales tratantes.
L.M.: --Los diagnósticos abarcan bajo la misma
denominación situaciones que suelen ser muy diferentes y el impacto de la
situación actual tendrá también consecuencias diferentes. Por ejemplo,
justamente en estos días estoy atendiendo a dos pacientes con ese mismo
diagnóstico y reacciones muy diferentes. En un caso, se trata de una joven muy
angustiada ante todas las medidas dispuestas en torno al lavado de manos y
limpieza, ya que las mismas reactualizaron rituales que tuvo tiempo atrás y que
fueron en ese momento sumamente invalidantes. Está aterrada de volver a caer en
la misma situación. El otro caso se trata de una joven que también en la sesión
virtual que sostenemos, me manifestaba el profundo alivio que sentía al “tener
que estar en su casa”, lo cual la libraba de las extenuantes jornadas que ella
misma se autoimpone en su oficina, ordenando una y mil veces biblioratos y documentaciones
varias.
--¿Aquellas personas que sufren cuadros hipocondríacos
corren el riesgo de desestabilizarse ante esta situación o la hipocondría sólo
es con enfermedades que el sujeto imagina que puede tener y no con una
concreta?
S.L.:--El sujeto hipocondríaco presenta una excesiva
preocupación acerca de su propia salud. “Excesiva” quiere decir fuera de toda
pertinencia. Es sano preocuparse por la propia salud, y en estos días de crisis
sanitaria es fundamental estimular conductas responsables de autocuidado y de
cuidado de los demás. Volviendo al cuadro hipocondríaco, es verosímil pensar
que una persona que padezca este trastorno, caracterizado por intensa ansiedad
y momentos de angustia que llevan a un constante autochequeo de síntomas y de
signos de enfermedad, pueda experimentar un empeoramiento de su cuadro. El
contexto comunicacional actual es generador de ansiedad para todas las
personas, sin distinción. Infografías constantes con los síntomas que deberían
llevar a la consulta podrían estimular un incremento en la ansiedad y las
conductas de auto verificación en un sujeto que padece este cuadro. Nuevamente,
recomendamos disminuir la exposición a las fuentes de información alarmante y
repetitiva, que en lugar de estimular actitudes de cuidado genera miedo
excesivo, disconfort y en ocasiones, terror.
--¿Las personas diagnosticadas previamente con algún
trastorno mental son las más vulnerables a sufrir ante esta situación o
cualquiera está expuesto a una descompensación anímica?
S.L.: --La situación actual es generadora de ansiedad de
por sí. Hay una situación inusual de emergencia sanitaria que conlleva un
brusco cambio de rutinas junto a un estado de alerta y atención permanente a
las noticias y las indicaciones emanadas desde la autoridad sanitaria. Se
interrumpen tareas habituales, surgen dudas y temores antes inexistentes, hay
seres queridos que cumplen cuarentena a distancia, y se disemina toda clase de
noticias falsas o incorrectas a través de las redes sociales y algunos medios
de comunicación que prefieren vender antes que informar. Y también es necesario
mencionar que mucha gente no cuenta con una vivienda, ni con servicios básicos,
de modo que hay que considerar que un número importante de personas hace
“cuarentena” en situación de calle, o en barriadas muy precarias en las cuales
es imposible seguir las instrucciones sanitarias al pie de la letra. La
situación nos afecta a todos, pero especialmente a los más vulnerables. Hay que
pensar la vulnerabilidad en sus diversas dimensiones, no solo la vulnerabilidad
mental. También está la social, la de género, la económica, la de edad (niños,
viejos). Es imperativo cuidar a todos y a todas en este momento crítico. En
este panorama, debería hacerse un seguimiento especial de las personas que
padecen trastornos mentales graves, implementando todas las medidas posibles
para que no queden aislados de ayuda y para que no se interrumpan los
tratamientos instaurados.
--¿Existen otras patologías que hayan notado en estos
tiempos?
M. de los A. L. G.: --Hay patologías del encierro, que no
se refiere al encierro físico ni a la cuarentena sino a aquellas personas que
viven aisladas de su responsabilidad social, achicando la mirada del mundo,
tornándose cada vez más prejuiciosas e intolerantes, sobrevalorando sus concepciones
del mundo. Van distanciándose cada vez más de funciones comunitarias, o quizás
nunca accedieron a ellas. Se tornan rígidas, como si envejecieran
anticipadamente. Hay soledades inconmensurables de niños y adolescentes por
padres sobrecargados de trabajo o por falta de trabajo. O por padres
infantilizados que no los protegen. Son niños que muchas veces explotan o
agreden porque sufren. Otra patología de los últimos tiempos es el cultivo del
odio. Haters, intolerancias políticas, criminalización de los más vulnerables.
Esas personas se alimentan con material afín a sus creencias que las redes
envían por algoritmo reforzándolas y van construyendo mundos imaginarios con
una única entrada de información: aquella que riega el sentimiento de
hostilidad. Esa patología a la larga reduce la capacidad de pensar de las
personas. En los últimos días muchos batallan con dilemas acerca de si visitar
o no a una abuela, o se cuestionan el sentido de las cosas en su vida, en una
suerte de estrés existencial.
Fuente: Página 12
https://www.pagina12.com.ar/256204-el-impacto-del-coronavirus-en-la-salud-mental
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